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Sembrando ideas

Un espacio de discusión y análisis sobre la actualidad del sector agroindustrial argentino e internacional.

Fecha de Publicación: 18/06/2021

Prácticas de manejo sustentables en los sistemas de producción agrícola argentinos

La sostenibilidad ambiental de la producción agrícola es uno de los atributos del sistema alimentario que más atención está recibiendo a nivel mundial de cara a la próxima Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de Naciones Unidas. Mitigar el cambio climático, utilizar de manera más eficiente los recursos naturales y cuidar el medio ambiente se encuentran entre los principales desafíos que la humanidad deberá enfrentar en los próximos años. En este sentido, los propios consumidores son cada vez más conscientes y responsables, no sólo en la elección de productos de buena calidad, sino también por su impacto ambiental. Utilizando indicadores de nuestro Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada, en este artículo mostraremos los avances que ha realizado Argentina hacia sistemas más sostenibles, que la convierten en líder en la adopción de prácticas para la agricultura de conservación. 

Para acceder el documento completo: Prácticas Ambientales en la Producción Agrícola  

Autores: Sofía Gayo, Daniela Regeiro

Contexto actual

Este año se convocará una Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios como parte del Decenio de Acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de aquí a 2030. La Cumbre nos ofrece una oportunidad para posicionar a la Argentina y al resto de los países de la Región como una solución para la seguridad alimentaria global con sistemas amigables con el ambiente. Siendo el segundo exportador neto de alimentos, nuestro país ha tenido y tiene un papel fundamental en la seguridad alimentaria mundial. Pero mirando hacia el futuro, este rol sería aún más importante. Por su disponibilidad de recursos naturales, contar con productores dinámicos e innovadores, y sistemas productivos basados en prácticas ambientalmente sustentables, Argentina podría constituirse en un actor central en el tránsito hacia un sistema alimentario mundial más sostenible.

Para lograr este objetivo global, se debe fomentar la adopción de tecnologías bajas en carbono, innovaciones y buenas prácticas agrícolas en los distintos países, respetando las diferencias en los ecosistemas y niveles de desarrollo. Como veremos en otro artículo en este blog, el comercio internacional será clave para viabilizar estas transformaciones, permitiendo que los países con menor dotación de recursos y sistemas más intensivos puedan satisfacer sus necesidades crecientes de alimentos de aquellos con mayor disponibilidad de tierra, agua y sistemas con mejor performance ambiental. 

Prácticas de manejo basadas en los principios fundamentales de la agricultura de conservación 

La agricultura de conservación tiene como finalidad evitar la degradación de las tierras cultivadas y regenerar aquellas que han sido afectadas. Para ello se basa en tres principios fundamentales: mantener el suelo cubierto, ejercer la mínima labranza posible y rotar cultivos. 
Para analizar la situación actual de estos principios en nuestro país, pueden tomarse de referencia ciertos indicadores que la Bolsa de Cereales trabaja con el fin de caracterizar la situación productiva argentina. Estos son siembra directa, cultivos de servicios y rotación de cultivos.

1. Siembra directa

La siembra directa en cultivos extensivos fue adoptada de forma creciente y sostenida desde su introducción hace treinta años, convirtiéndose en el corazón de la estrategia de intensificación sustentable de Argentina. En los últimos diez años se ha mantenido por encima del 90% del área sembrada (Figura 1). 

Figura 1: Evolución de siembra directa en Argentina. 

Fuente: ReTAA, Bolsa de Cereales. 

Sin embargo, el porcentaje de adopción de siembra directa varía entre regiones productivas, incluso entre cultivos. Esta variabilidad depende de varios motivos, entre los que se destacan las estrategias utilizadas para controlar malezas resistentes y la necesidad de descompactar el suelo. 

2. Cultivos de cobertura

En Argentina la siembra de cultivos de cobertura o de servicios viene creciendo a lo largo de los últimos años y permite vislumbrar una tendencia positiva hacia el futuro. Si bien en la campaña 2019/20 solamente el 19% de los productores realizó cultivos de cobertura a nivel nacional, este valor se quintuplicó en sólo 5 campañas. 

El área sembrada con cultivos de cobertura se estima en 352 mil hectáreas, sobre una base de 19,5 millones de hectáreas bajo estudio en la campaña 2019/20. 

Estos niveles de adopción reflejan que la práctica se encuentra en una etapa empírica avanzada, en la que numerosos productores aún destinan proporciones relativamente bajas de área a cultivos de servicios dentro de la rotación.

Para mayor detalle invitamos a leer el informe ReTAA Mensual Nro. 42, Cultivos de Cobertura.

Figura 2: Evolución de cultivos de servicios en Argentina.

Fuente: ReTAA, Bolsa de Cereales. 

3. Rotación de cultivos

Una adecuada rotación de cultivos que equilibre la participación de gramíneas y leguminosas aporta numerosos beneficios al ambiente: incrementa el contenido de materia orgánica de los suelos, mejora los ciclos de carbono, agua y nutrientes, mejora la estructura del suelo por la diferente morfología de las raíces, reduce el ataque de enfermedades, entre otros.

La participación de las gramíneas dentro de la rotación de cultivos ha cobrado mayor relevancia a lo largo de los últimos años en nuestro país. La misma creció del 33% al 44% en los últimos 5 años, lo cual significó un traslado del área de soja hacia maíz y trigo principalmente.

Figura 3: Evolución de participación de gramíneas y oleaginosas

Fuente: PAS, Bolsa de Cereales.

4. Manejo sostenible de bosques

Complementando el análisis anterior basado en buenas prácticas agrícolas, es importante resaltar que otro aspecto importante para caracterizar la sustentabilidad de los sistemas agrícolas está relacionado con el manejo de los bosques nativos. Anteriormente a la iniciativa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2015), en Argentina se sancionó la Ley de Bosques Nativos (Ley n.° 26.331) en diciembre de 2007. 

Dicha ley establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, la restauración, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos y de los servicios ambientales que éstos brindan a la sociedad.

El Sistema Nacional de Monitoreo de Bosques Nativos de la República Argentina (SNMBN) es un mecanismo que provee información actualizada de los recursos forestales nativos del país y permite dar seguimiento a la implementación de la Ley, colaborar con el cumplimiento de los convenios internacionales asumidos por el país en materia de cambio climático y brindar información a la sociedad sobre la importancia de los bosques nativos.

Desde la sanción de la Ley de Bosques Nativos la deforestación en Argentina ha disminuido considerablemente. Desde el 2007 hasta el 2014, el porcentaje de pérdida de bosque nativo respecto del total de bosque nativo remanente, disminuyó de 0,9% a 0,35%. Durante los años siguientes dicho porcentaje se mantuvo estable y en 2017 y 2018 aumentó a 0,38% y 0,42%, respectivamente (Figura 4). El motivo principal de sendos aumentos estuvo relacionado a los incendios forestales que afectaron la región Espinal. En 2019 el porcentaje bajó a 0,32%, alcanzando el valor más bajo de la serie histórica. 

Figura 4: Evolución de la pérdida anual de bosque nativo. Porcentaje de pérdida de bosque nativo respecto del total de bosque nativo remanente. 

Fuente: Informe de Estado de Implementación Ley n.° 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Julio 2020.

El sector privado también se ha involucrado en la temática de la deforestación. En tal sentido, la Bolsa de Cereales junto a otras entidades de Argentina, se encuentran apoyando el trabajo de The Nature Conservancy (TNC). Esta entidad trabaja para detener la deforestación generada por la soja y la ganadería en el Gran Chaco argentino incorporando la conservación a lo largo de las cadenas de valor que alimentan al mundo. Con socios y aliados locales como la Colaboración para los Bosques y la Agricultura (CFA, por sus siglas en inglés), busca proteger los ecosistemas forestales tropicales y subtropicales en el Gran Chaco, garantizando que estos productos básicos provengan solamente de áreas libres de deforestación. TNC se encuentra trabajando junto a la Bolsa de Cereales y la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) en dos proyectos. 

Por un lado, la creación de una plataforma -“visión sectorial del gran Chaco”- impulsada por TNC junto a la consultora Peterson, con el endoso y participación de CIARA y CEC y en forma individual la mayoría de las empresas de trading/comercialización de soja de la cadena con el objetivo de avanzar con la eliminación de la deforestación de forma sectorial. Se ha estado trabajando a través de reuniones donde se ha presentado información de la problemática, tanto de la importancia de la ley de bosques, como de las oportunidades económicas y de mercado de la soja “libre de deforestación”. Participan también del diálogo ONGs relacionadas con la cadena productiva de commodities.

Y por otro, CIARA y CEC también apoya el desarrollo de “Agroideal”, una herramienta para apoyar a las cadenas de soja (en el Chaco argentino) y carne (en el Chaco paraguayo) a tomar decisiones de expansión e intensificación con una visión de sustentabilidad, permitiendo identificar oportunidades y riesgos. El sistema es online, libre y agrupa capas de información agronómica, pero también parámetros socioeconómicos y de conservación (incluyendo regulación local), un entorno espacial. La herramienta fue desarrollada a través de un grupo de trabajo específicamente creado a través del liderazgo de TNC y la ONG ProYungas y que incluye representantes de empresas de soja, grupos de productores, bancos, ONGs, academia y sector público. Agroideal fue lanzada oficialmente en junio de 2019 y continúa su desarrollo y mejora a través del grupo de trabajo a través de reuniones abiertas trimestrales.

Tanto desde el sector público como desde el privado se ha venido trabajando en materia de deforestación y manejo sostenible de bosques, lo que demuestra el compromiso con una producción cada vez mas sustentable.  

Consideraciones finales / Conclusiones

La evolución de los indicadores mencionados muestra los avances del sistema productivo argentino y su interés por responder a la agenda ambiental mundial, asumiendo su responsabilidad en estos desafíos. A nivel local, existe una gran capacidad científica y de innovación que permite acelerar el proceso de transformación hacia sistemas más eficientes y sostenibles. En la medida que se generen los incentivos para seguir incorporando tecnologías y buenas prácticas al sistema productivo, Argentina continuará ganando importancia en las exportaciones mundiales de alimentos, con productos de mayor calidad y mejor performance ambiental. 

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